Jorge Arribas Picón. Músico de grupos como los Celtas Cortos. Nacido en Aranda de Duero (Burgos).
Buenas tardes Jorge.
En primer lugar, quisiera darte las gracias por permitirme hacerte esta entrevista y poder, de este modo,
conocerte un poquito más.
Además, tengo que decirte que me
sorprendió gratamente todo lo que hasta el momento has hecho teniendo en cuenta
lo joven que eres y el largo camino que te queda por delante.
Y dicho lo cual, paso a realizarte las
preguntas:
-Naciste en el año 1979 en Aranda de Duero (Burgos) a 12kms de un pequeño
pueblo llamado Gumiel de Izán ¿qué lazos te unen con este pueblo?
Lazos de sangre, mi familia es de la
ribera! Todos nacieron entre Gumiel de Izán y Bahabón de Esgueva y de pequeño
pasaba los veranos allí.
-¿Qué queda de aquel chico al que le gustaba tocar el acordeón por las
tardes detrás de la plaza del Ayuntamiento de Gumiel de Izán?
Cuando te dedicas a la música tienes que
pasar muchas horas tocando, incluso en verano (mientras tus amigos están
jugando al fútbol). Por eso di mucho la lata a los gomellanos de la plaza que
había junto a la casa de mis abuelos. De aquella época me queda el amor por la
música, la diversión por tocar… y la bicicleta que usaba todos los veranos y
con la que conseguía decorar mis rodillas!
-¿Cuánto hace que no vas por Gumiel?
Desde que comencé las giras con grupos
en verano, dejé de ir al pueblo, aunque este año tuve libre el último día de
las fiestas de agosto y me acerqué por allí a saludar a los amigos, porque casi
habían pasado 10 años desde la última vez que paré un verano en Gumiel. Este
trabajo no es muy compatible con los periodos vacacionales del resto de la
gente, así que estoy bastante desconectado de la “Peña el Trijuelo”, mis amigos
de allí!. Pero cualquier momento siempre es bueno para volver...
-¿Siempre has vivido en Aranda de Duero?
No, a los 4 años, trasladaron a mi padre
a Valladolid, y aunque seguía vinculado a la ribera en los veranos, pasaba todo
el año en Pucela.
-Aranda o Valladolid ¿con cuál te quedas?
Prefiero la doble nacionalidad!
Valladolid me dio la oportunidad de poder estudiar en un conservatorio, la
diplomatura de Trabajo Social… cosas que no hubiera tenido en un sitio más
pequeño.
Y la cercanía del campo, veranos de
bicicleta y libertad, me los dió la ribera. Así que me quedo con lo bueno de
cada sitio y sigo sumando cosas de todos los lugares que tengo la suerte de
visitar.
-Tu amor por la música ¿viene de familia?
En mi familia no ha habido ningún
músico, aunque si melómanos. Los primeros recuerdos musicales vienen de las
dulzainas en las fiestas del pueblo, los bailes de la verbena, y un concierto
didáctico en mi colegio con alumnos de acordeón. Y según pasa el tiempo y
descubres más música, más te enamoras.
-¿Qué le lleva a un niño de tan sólo doce años a apasionarle el acordeón?
El tener un profesor que te motive y te
enseñe la música como un lenguaje, alegría, algo para disfrutar y comunicar. Y
a base de hacerlo con un instrumento y descubrir todas sus posibilidades, te
apasionas, por la música en general y por tu instrumento en particular, que es
tu medio para hablar.
-¿Cuántos acordeones has tenido?
Varios, aunque recuerdo especialmente 5:
con el que empecé, el que tuve de compañero inseparable los 14 años de la
carrera en el conservatorio, el de mi primera gira veraniega de rock, el
azulito de la Musgaña que se vino a las Américas y parte del extranjero, y el
que uso actualmente para tocar con mis grupos. Los cinco me han aguantado, y me
han acompañado en muchos viajes.
-¿Quién te regaló tu primer acordeón?
Mis padres, un Hohner alemán de los
antiguos que sonaba… como los coches de allí! Vaya mecánica! Siempre me
arrepentiré de haberlo vendido para comprar uno“mejor”. Con 15 años se hacen
locuras….
-¿Qué fue antes, tu amor por el acordeón o por la flauta travesera?
Por el acordeón, pero en el
conservatorio de Valladolid todavía no estaba esa especialidad cuando entré , y
cogí flauta, hasta que dos años después la implantaron y pude compaginar ambas.
-Para quién no lo sepa y en pocas palabras ¿qué es una flauta travesera?
Es parecida a la flauta dulce que todos
conocemos, con llaves y un bisel para producir un timbre distinto y tener mayor
variedad de notas. En vez de soplar de frente , se sopla por un orificio
lateral, el bisel.
-Además de tocar el acordeón y la flauta ¿te has atrevido con algún
instrumento musical más?
Cuando uno se dedica a la música,
siempre se atreve a probar instrumentos, la curiosidad puede mucho. Desde gaita
gallega a piano, theremin, guitarra, teclados…
-¿Qué tipo de música te gustaba escuchar de pequeño?
Me gustaba escuchar cosas de rock
español, hasta que mis hermanos pusieron de moda los grupos americanos en casa.
Y me gustaba mucho la música folk de Bretaña, Irlanda.. y de Castilla, era fan
de la Musgaña.
-¿Qué consejos le darías a unos padres que tienen un niño que, a la misma
edad que empezaste tú, quiere aprender a tocar el acordeón?
Que no le presionen, y que le hagan ver
la música como algo divertido, como un lenguaje que hay que aprender poco a
poco, y, como el inglés por ejemplo, hay que estudiar la gramática pero
practicar y soltarse a hablarlo en público desde el principio y aprenderlo
tocando con gente que lleva más tiempo “hablándolo”.
-¿Qué te decían tus amigos cuando mientras ellos se iban a jugar al parque
tú te ibas a tocar el acordeón?
Si al volver escuchaban lo que sonaba y
les gustaba, no decían nada. Estaba justificada la ausencia, y además yo
animaba algunas de las fiestas, gracias a esas horas de estudio, así que
estaban encantados.
-¿A qué centros se debe dirigir uno para formarse como músico?
Desde profesores particulares, a
escuelas de música, conservatorios…. En general en España no hay muchas
opciones para aprender lenguajes fuera de la música clásica, y uno acaba
aprendiendo a base de tocar con buenos músicos, y empaparse de su lenguaje, y
escuchando grabaciones, videos de profesionales….
-¿Cuál es el mejor consejo que te dieron cuando empezaste a estudiar música
y que aún hoy en día, sigues teniendo presente?
Por un lado, el disfrutar, emocionarse
tocando, y por otro la disciplina de estudio para conseguirlo.
-¿Hay suficientes locales acondicionados para ensayar los músicos en
Valladolid, la ciudad donde vives ahora?
Realmente no vivo en Valladolid, ando
con el acordeón de un lado para otro y cuando no hay conciertos, me escapo a
Bruselas, donde vive mi chica. Las pocas veces que paro en Pucela veo que hay
locales que llevan años funcionando y mucha inquietud musical en la ciudad,
grupos, pero una falta de apoyo institucional a la música en directo y a la
formación (cualquiera puede ver las noticias de recortes a la escuela municipal
de música que el ayuntamiento está haciendo en la actualidad, descuidando la
cultura de los más jóvenes)
-¿Recibís los músicos algún tipo de ayuda estatal?
No, en el caso de la Musgaña, un grupo
de folk castellano con el que hemos llevado la música de nuestra tierra a EEUU,
Canadá, Argelia, Marruecos, Moscú, etc. solicitamos ayudas a la Junta de
Castilla y León y nunca hemos tenido respuesta (una auténtica lástima). En
cambio, en el norte de España, estas cuestiones las cuidan más.
Y en la actualidad con los recortes en
música, y un Ministerio que la considera entretenimiento, pues… mejor no
hablar. Hay que trabajar mucho para poner la cultura de este país en el lugar
que le corresponde, es un bien público y un derecho de todos.
-¿Qué sugerencia o petición le harías al ayuntamiento de Valladolid en
beneficio de la música y de los que trabajáis y vivís de ella?
Que la considere como un bien cultural y
la fomente. Hay que pensar en el futuro y en que la juventud y la sociedad en
su conjunto tengan acceso a ella, ayudando a que los músicos tengan una
formación de calidad y espacios donde poder expresarla.
-¿Y al gobierno?
Le diría que la música y la cultura en
general no son un gasto, sino una inversión y que piensen en el futuro. La
democratización de la cultura conlleva una educación de la ciudadanía en
sentido amplio. Cuidarla es responsabilidad de todos, y para ello es necesario
que el Gobierno implemente proyectos para que no la perdamos.
Aunque después de las últimas
declaraciones, y de ver que la consideran como “ocio” y aplican un iva mayor
que al fútbol, la solución por el momento está a pequeña escala, hay que
fomentarla desde abajo, desde las asociaciones y núcleos de barrio. Así que por
lo menos les pediría que dejen hacer y cultivar. Por lo menos que no pongan
trabas.
-Mirando fotos tuyas, no he logrado encontrar ninguna en la que estés
tocando otro instrumento que no sea el acordeón, entonces la flauta ¿ha quedado
relegada en un segundo plano por culpa del acordeón?
Con el acordeón, desde que empecé a
tocar, alternaba las clases con tocar en público, divertirme y eso hizo que la
relación fuese mucho más intensa que con la flauta, relegada más al conservatorio
y tener todo escrito en una partitura, buscar un sonido cristalino. Así que me
he especializado en acordeón, aunque estos últimos años he cogido la flauta con
otra visión y la estoy tocando cada vez más.
-De todas las fotos que he visto, ha habido una que me ha llamado la
atención y es en la que apareces tocando el acordeón en Marrakech, ¿nos podrías
contar en qué circunstancias y cuándo se hizo esa foto?
Fue en una gira de la Musgaña hace dos
años. Hicimos 6 conciertos en Marruecos y nos acompañó mi hermano, el autor de
la foto. Conciertos muy especiales, con público muy distinto, pero que tenía un
vínculo mayor con nuestra música del que yo pensaba. Tocamos un ritmo
tradicional de Zamora y era igual que uno de allí. Cuando uno viaja, se da
cuenta de lo cerca que estamos y todas las influencias que tenemos de los
pueblos que estuvieron en la península.
- Si continúo echándole un vistazo a tus fotos, he encontrado un par de
ellas en las que sales con tu sobrinita Nerea en un estudio de grabación ¿desde
tan pequeñita ya la estás enseñando música?
Siempre que vienen mis sobrinas a casa
saco instrumentos para que jueguen y toco con ellas, como diversión y
descubrimiento. Cuando crezcan un poco más me gustaría enseñarles música y que
ellas me enseñen francés, que viven en París y no veas la envidia que me da
verlas hablar dos idiomas con tanta facilidad.
-Cuando tienes que ensayar te refugias en un estudio de grabación pero
¿dónde te vas cuando necesitas unos momentos de soledad?
Playa o montaña. O ambas. Dar un paseo
por el campo o por la playa, salir de la ciudad y el ruido me da oxígeno y
energía.
-Los famosos recortes ¿afectan también a los músicos?
Sí, como te he comentado antes, el que
consideren la cultura como entretenimiento y no la cuiden ha afectado a los que
nos dedicamos profesionalmente a la música. La forma de llevarlo y mantenernos,
ha sido hacer proyectos de calidad pero en formato reducido, 2 o 3 músicos.
-¿Hasta qué punto te han perjudicado a ti los recortes?
Me han perjudicado en tener que cobrar
menos trabajando más, y en ver anímicamente a amigos míos muy afectados, ver
tristeza en la gente. Yo he optado por cuidar mis proyectos y hacer cosas a
nivel local en pequeños pueblos y tocar en el extranjero.
-Cuando paseas por la calle, ¿te reconocen como componente de los Celtas
Cortos?
Muy pocas veces, la gente reconoce al
cantante de un grupo rock, pero los músicos suelen ser menos conocidos, me han
parado más veces por ser el acordeonista de la Musgaña, será porque es música
instrumental.
-¿Has firmado o firmas muchos autógrafos?
Sí, cuando estás todos los días
subiéndote a los escenarios, a la gente le gusta tener tu firma en el disco,
llevarse un recuerdo de ese concierto. Este año he tenido bastantes conciertos
de Fetén y casi toda la gente que compraba el disco al acabar, quería llevarse
la firma, así que he cogido velocidad con el bolígrafo.
-¿Dónde y cuándo impartirás los siguientes cursos de acordeón?
Tengo idea de hacer uno en Burgos en
otoño, junto con un taller de cuerdas con Diego Galaz, y volveré por Salamanca
y Galicia. Hice 4 cursillos allí y me gustó mucho la experiencia.
-¿Qué hay que hacer para apuntarse a uno de ellos?
Normalmente pongo la información en mi
web y subo allí partituras y material de trabajo.
En www.jorgearribas.com está toda la información.
-Económicamente ¿son asequibles para todos los bolsillos?
Sí, los planteo como un punto de
encuentro para dar material de trabajo para un futuro y abrir mentalidad,
enseñar cosas nuevas, y pongo una matrícula baja, porque lo que me interesa es
que vaya bastante gente, que aprendan de los compañeros y que escuchen cosas
nuevas, y hay que facilitarlo para que se acerquen.
-¿Qué ha supuesto, para grupos musicales que ya tenían un puesto reconocido
en el mundo de la música, programas creados con una poderosa campaña de
marketing cómo es“operación triunfo”?
A grupos reconocidos no creo que les
haya afectado mucho, a nivel mediático tiene acceso a esas campañas de
marketing, aunque estos últimos años, la “industria” está sufriendo una crisis,
pero no la música.
-Hace unos años, decir que uno se quería dedicar a la música era casi una
temeridad o una locura ¿aún crees que se piensa eso de los músicos?
Sí, no sé la cantidad de veces que he
escuchado “¿y que más haces a parte de música?”.
El hecho de que haya mucha gente que no
sea profesional, que tenga otro trabajo y la música sea algo secundario en sus
vidas, hace que la profesión se vea como algo a tiempo parcial.
También la falta de estabilidad
económica hace impensable para mucha gente que alguien quiera dedicarse a ello
en vez de firmar un contrato “para toda la vida”.
Cuando alguien se dedica a algo
vocacional, en este caso, artístico, creo que debe hacerlo con todo su alma y
tiempo para que salga bien. Sin duda, es algo que el público nota: no es lo
mismo poner todo el empeño, que hacerlo simplemente por diversión. El grado de
responsabilidad que implica es muy diferente y el resultado es evidente.
-Dicen que nadie es profeta en su tierra. En tu caso ¿qué tal te han
tratado en Aranda de Duero a nivel profesional?
Me fui de Aranda muy jóven, con 4 añitos
y eso hace que los lazos sean menos fuertes, pero he tenido la suerte de tocar
allí con Celtas y la Musgaña y el público siempre ha reaccionado muy bien. Sin
ir más lejos, este verano hemos tocado con Fetén en el conocido festival
Sonorama.
-No perdiste el tiempo y además de estudiar música, estudiaste la
diplomatura de trabajo social ¿por qué esa carrera?
Quería hacer algo que estuviera muy
alejado de los estudios musicales y que no me llevara muchos años y dedicación,
y siempre me llamó la atención la parte social, que me parece muy importante.
Así que acabé haciendo la diplomatura, aprendí cosas muy importantes, sobre
todo en las prácticas que hice en un hospital y ha sido un complemento muy
bueno.
Gracias
a haber tenido una formación tan diferente, he aprendido que ambas se
complementan. La música tiene una función social muy importante, de cohesión,
de integración y de dar alegría. Al mismo tiempo, en el ámbito del trabajo
social, el uso de técnicas de musicoterapia es de gran ayuda.
-¿Y por qué deseaste, además de estudiar música, estudiar otra carrera?
Por los condicionantes sociales y
familiares. Todo el mundo a mi alrededor me decía que era muy difícil poder
vivir de la música, y con 18 añitos, antes de arriesgar y volcarme por completo
en los estudios de la licenciatura en acordeón, les di el título de diplomado
para que me dejaran cumplir mi sueño tranquilo.
Además,
con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que ha sido muy positivo. Creo que
dedicarse al arte da una dimensión muy interesante, que ha de complementarse
también con otro tipo de cultura, en mi caso, de ciencias sociales. Sería muy
positivo que todo el mundo pudiera desarrollar sus capacidades artísticas, y
por otro lado, que los artistas también conocieran algunas ciencias que
pudieran ampliarles la manera de entender la vida. El saber no ocupa lugar!
-¿Has ejercido cómo trabajador social?
No, hice las prácticas en el hospital,
una sustitución ese verano y me fui directo al conservatorio a matricularme de
los 4 cursos que me quedaban para tener el título profesional, y así ir a
Madrid para estudiar el superior.
-Tienes el grado profesional de flauta travesera y el grado superior de
acordeón ¿qué diferencias existen?
4 años de diferencia. Hice los 10 años
de grado profesional en flauta y acordeón, el superior son 4 años más de
especialización y normalmente la gente que lo hace está en exclusiva estudiando
eso, es más intenso, todavía recuerdo las más de 10 horas diarias que pasaba en
Atocha.
-Los estudios superiores de acordeón, los cursaste en Madrid ¿es Madrid la
única ciudad de España para estudiarlo?
No, en casi todas las comunidades
autónomas hay un centro superior por lo menos, donde imparten estudios
superiores de acordeón (salvo en Castilla y León, que en su superior de
Salamanca no contempla dicha especialidad). Somos un instrumento minoritario y vinculado
a “otras músicas” así que algunos "conserva-torios" no contemplan
"conservar" un instrumento "tan poco noble".
Hecho de menos un centro superior donde
se imparta enseñanza de calidad en otros lenguajes como jazz, World music, etc.
-¿Cuántos años estuviste viviendo en Madrid?
4 años, aunque siempre digo que eso no
era vivir en Madrid, porque me pasaba el día estudiando en el conservatorio,
aposté por ello y me centré mucho para demostrar que se podía vivir de la
música por mucho que se empeñaran en decirme que no.
-¿En qué año entraste a formar parte del grupo musical Celtas Cortos?
En el 2004.
-¿De qué modo llegaste a coincidir con los Celtas Cortos?
Tuve un concierto con uno de mis grupos
de música folk en el Tio Molonio, un bar de Valladolid, y en la prueba de
sonido, me vió tocar Alberto García, le gustó y preguntó por mí al batería de
mi banda (Diego Martín, que en esos momentos tocaba con Cifu en su proyecto en
solitario, y con el que he compartido 4 giras de Celtas cuando volvió Jesus, y
comparto una amistad de las de toda la vida)
-¿Qué supuso para ti formar parte de los Celtas Cortos?
Conocí otra dimensión de la música
totalmente distinta a lo que había aprendido en el conservatorio y con mis
grupos más pequeños.
Acceder a escenarios grandes, al
circuito comercial, una producción con mucha gente trabajando para que todo
funcionara, llegar a una banda consolidada que ya funciona... Y también el lado
del marketing, discográficas y producto en la música, cosas que desconocía
totalmente en el mundo de la clásica o del folk.
-En el año 2005 entras en la Musgaña ¿qué diferencias había y hay entre la
música de los Celtas Cortos y la de la Musgaña?
La música de la Musgaña es música
contemporánea de la meseta, temas tradicionales de Castilla pensados y elaborados
por músicos en la actualidad, con un concepto acústico y sin voz. Celtas hace
sus propios temas con un sonido rock introduciendo instrumentos acústicos que
acercan el sonido al folk.
-¿Cómo lograbas compaginar el pertenecer a la Musgaña y a la vez a los
Celtas Cortos?
En 2006 pasé a ser integrante de la
Musgaña y cuando coincidía un concierto, iba otro acordeonista con Celtas: Juan
Pedro. Realmente esto no sucedía muy a menudo, aunque con los años he ampliado
mis proyectos propios, inquietudes y he tenido que cambiar el compaginar por
elegir.
-¿Por qué países del mundo has viajado con tu música?
Unos cuantos, es una de las grandes
cosas que tiene esta profesión, aunque no te da tiempo a ver casi nada porque
siempre estamos a la carrera para hacer el siguiente concierto.
EEUU, Canadá, México, Costa Rica, El
Salvador, Nicaragua, Portugal, Francia, Bélgica, Irlanda, Reino Unido,
Alemania, Eslovenia, Suiza, Rusia, Marruecos, Argelia…. Y espero que siga
creciendo la lista, me encanta conocer otros sitios, culturas.
-¿En qué lugar has notado mejor acogida por parte del público?
Me encanta el público de Madrid, no se
si es por el crisol de gente de distintos lugares que convive allí. Y me llevé
una gran sorpresa en las giras por EEUU, no me esperaba que el público fuese
tan abierto y estuviera tan lejos de los estereotipos que yo tenía de los
guiris.
-Pasando tanto tiempo viajando y de concierto en concierto ¿queda tiempo
para la familia, los amigos y el amor?
Sí, aunque al viajar tanto, ese tiempo
es menor, pero de calidad, lo vives de una forma más intensa y lo aprovechas
porque lo valoras más al escasear.
-Cuando decimos“acordeón” inevitablemente se nos viene a la cabeza la
canción “los pajaritos”de Mª Jesús y su acordeón ¿te han llegado a pedir alguna
vez que tocases esa canción?
Tuve una época en la que los graciosos
de mis amigos de Valladolid me la pedían continuamente, porque sabían que me
molestaba, ya que me pasaba al día 8 horas tocando acordeón y les decía que se
podían tocar más cosas, y que no entendía por qué tanta fama. Así que les
ignoraba, pero cuando un niño pequeño, sin maldad la pide, pues toco los
pajaritos y cualquier canción que arranque una sonrisa o baile.
-¿Qué es Taper Duel y cómo surge?
Taper Duel es un dúo que surge de la
complicidad personal con Cesar Diez, un musicazo de Valladolid con el que había
coincidido tocando para varios artistas. En el proyecto, con un acordeón y bajo
eléctrico como base, hacemos nuestras propias composiciones, y damos rienda
suelta a la imaginación, expresamos cosas que en otras formaciones no
podríamos. Este proyecto es el niño mimado. Ahora estamos grabando el segundo
disco.
-En el 2011 surge un nuevo proyecto “Fetén Fetén” ¿dónde queda entonces
Celtas Cortos, la Musgaña y Taper Duel?
En música hay distintos lenguajes, y al
igual que al aprender inglés no dejas de hablar castellano, cuando surge una
nueva formación, aprendes muchísimas cosas nuevas, que te hacen mejor músico en
el resto de proyectos. Para mi no es excluyente, sino enriquecedor, a no ser
que uno de los grupos tenga 365 fechas al año...
-¿En qué proyectos estás embarcado actualmente?
Tengo puesta mucha energía en "mis
niños", los proyectos que he empezado de cero (Taper Duel y Fetén Fetén) y
me encanta colaborar con músicos a los que admiro, y de los que no dejo de
aprender, como Mastretta y David Herrington… todo lo que musicalmente y
personalmente me aporte. Con el tiempo te vuelves más selectivo, y cada vez
intento estar en menos cosas, pero de más calidad.
-Este año 2012 no estás de gira con los Celtas Cortos ¿quiere decir eso que
has abandonado el grupo?
Después de 7 años, me pidieron prioridad
con sus conciertos, y cuando uno ha sembrado su“huerto” tiene que cuidarlo, así
que no descarto colaboraciones en grabaciones o algún directo puntual, pero
tengo mis tomatitos esperándome, y eso exige mucho tiempo y dedicación, y no
puedo descuidarlo por atender los proyectos de otros músicos.
-¿Te ves toda tu vida viviendo de la música o llegará algún momento en que
dejes la música por dedicarte a otra profesión?
Sí! La música es algo vocacional, por lo
menos yo lo entiendo así y de una u otra forma me veo en ella, en estos años ha
ido cambiando el trabajo, de dar clases a giras como músico contratado,
elaborar mis proyectos, dar cursillos a otros músicos, lo bonito de está
profesión es que sin perder la esencia va evolucionando y no es nada rutinaria,
y eso… eso me encanta.
Así que cruzo los dedos para poder vivir
toda la vida dedicándome a mi pasión.
-Para finalizar ¿te veremos en las fiestas de Aranda de Duero? xD
Pues esos días ando el Logroño tocando
con Mastretta y con conciertos de Fetén, así que no podré estar en las fiestas
arandinas!!
Un abrazo Jorge y un millón de gracias. Ha sido todo un placer.
Mucha suerte en tu gira y en todos los proyectos que tengas entre manos.
Besos.
Si queréis seguir sabiendo más cosas de Jorge lo podéis hacer en los siguientes enlaces:
Jorge Arribas
¡¡Vaya! ¡Todo un lujo de entrevista!
ResponderEliminarGracias por acercarnos al componente de uno de mis grupos favoritos, que acompañó mis noches veraniegas de juventud. Y gracias a él por la amabilidad de dedicarnos parte de su tiempo. Le deseo éxitos y parabienes de todos los colores.
Moni... ¿y la entrevista a Brad Pitt.... Pa cuándo?
;P
Como "acordionista", muy bueno, aun recuerdo, como el ha comentado, como nos amenizaba con su acordeon las verbenas en el pueblo, en gumiel, y esperemos verle pronto tocando alli.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Jorge por la entrevista. Un abrazo enorme.
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